sábado, 16 de julio de 2016

Antiguamente la Ética familiar, escondía por vergüenza a las hijas mujeres que des-protegidas quedaban embarazadas.
Era una época donde el machismo del Estado Patriarcal dominante, controlaba  Hijos y Entenados, no aceptaba deslices ni descuidos que ensuciaran su buen nombre y honor.
Hoy posiblemente nos podemos considerar respetados, más libres, más independientes, los deslices, los descuidos ya no se ocultan por vergüenza, ya no afectan la ética y la Moral de la familia.
Hoy en esta nueva Era, donde sinvergüenza podemos disponer de nuestras impudicias con descaro y frescura, nos permite disimular el “estado” embarazoso de culpa por los horrores cometidos y concebirnos inocentes.

La sutil imaginación nos puede engañar hasta que la Ley de la vida actúa y demuestra lo contrario.  

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