sábado, 6 de febrero de 2016

Hermano;  De largas peroratas de preocupados trasnochados tengo las "bolas llenas” Bastante bien yo me llevo con mis desvelos, para que las de terceros porque se sienten mal, me quieran romper los huevos!!!
La Sociedad puede comprobar por medio de los solícitos y sinceros “ciudadanos honorables” (¿?). Que en la actualidad nos quieren demostrarnos cómo es el sistema.
Estos identificados (sacrificados), hoy se blanquean abiertos y claros (sin-vergüenza alguna) que todo lo que han conquistado lo tienen merecido, lo hicieron con esfuerzo, sudor y lagrimas, con esa férrea voluntad y energía puesta en su tarea diaria. El que más interés en esta inversión puso según él, utilizo (198.000 hs) echando el bofe y he ahí el resultado de todos, esos “bienes” por su bien, por él logrados.
Ahora va la pregunta del Millón:
Cuantos son estos fantásticos laburantes Exitosos, 10.000, 20.000, que en tan poco tiempo crecieron en forma monstruosa ¿qué pretenden pasar desapercibidos? acaso se creen que los estúpidos que le brindamos al Estado 970.400 hs (como mínimo) 30 años de nuestra Vida cumpliendo con nuestro deber, somos idiotas, que no supimos utilizar lo que ellos están esgrimiendo como salvaguarda de su conciencia. Los Millones de JUBILADOS que padecen y han padecido en esta jungla materialista no se tragan la píldora, no le es necesario blanquear nada, más allá de sus amarguras y sufrimientos.
Millones son los jubilados que aportaron pagando lo que le corresponde a todo Buen Ciudadano, para el crecimiento del Estado. Millones son los Ciudadanos, que votan para que los Políticos cumplan con el deber Patriótico de afianzar los intereses de la Nación toda. No votan para subvencionar parásitos, y mucho menos para otórgale inmunidad al funcionario ante su mal desempeño, ante casos concretos y precisos, como esconder el crecimiento desmesurado de la parentela y/o el amiguismo o entregar franquicias y privilegios a cambio de favores recibidos.

Hermano;  Se puede tranquilo y en Paz con uno mismo cuando; “Una Nación goza de buena salud, siempre que logre formar entre gobernantes y gobernados una relación en “Unión y Correspondencia” con lo que marca su Constitución.

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