martes, 23 de noviembre de 2010

LA SENDA DEL SABER

El conocimiento, inicio del proceso de la perfección, es él estimulo necesario y trascendental más importante e Imprescindible que ha de transportar al ser hacia la liberación.
El ser,  rudimentario en sus comienzos no puede alcanzar a entender esto y vivirá su fantasía, con costumbres, quimeras e ilusiones frente a un espejismo que no le permitirá ver la realidad, dudará del motivo vital de su existencia, dejándose llevar por las apariencias, semejanzas y coincidencias, quedará al descubierto y sin autoridad para comunicarse con el auténtico ser interior.
La experiencia lo llevará a adquirir y mejorar la visión sobre toda su materia, enriqueciéndolo y transportándolo gradualmente a analizar lo más fundamental de los porqués y lo acercará a percibir los motivos de su existencia, logrando comenzar a comprender. Entonces sustituirá las apariencias, semejanzas y coincidencias, por la regla de la reflexión, encontrando con su destreza, el principio que le permitirá construir con gran habilidad y maestría, la propia y verdadera identidad.

El conocimiento adquirido  lo tendremos que dispensar, no  debemos pretender ser dueños absolutos de lo que la madre natura da, ocultarlo o dilapidarlo es un gravísimo  crimen de lesa humanidad, no debemos demorarlo y mucho menos guardar, quedaríamos expuestos y sometidos al propio ego y no lograríamos evolucionar.

La obligación ética y moral de compartir, es sin dudas una máxima que debe prevalecer por sobre toda su extensión, no debe, ni puede claudicar, y mucho menos ser utilizada para especular.      

La senda del saber, es obligación recorrer si se desea evolucionar, el ser no puede ni debe ignorar lo que él es, ya que tiene la facultad de poderse indagar, dependerá de sus propias respuestas, de cuanto, cuándo y cómo  avanzar, si esto lo hace viable, ya sin dudas comenzará a transitar, el más sorprendente sendero, que como causa lo ha de llevar a convivir y disfrutar en armoniosa dicha, no solo con sí mismo, sino también con los demás.

Con la verdad, la sinceridad y la lealtad, todo se puede alcanzar

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