EN LAS BUENAS y EN LAS MALAS

El que solamente busca ser favorecido,
condecorado o recompensado a través de lo que da,
muy poca cosa es, es interesado, es infame, es mezquino,
es indigno de ser considerado apto para la amistad,
medra con la ocasión solo para obtener mayores beneficios.

Los codiciosos, sedientos y deseosos de opulencia,
miserables, avaros, que solo les interesa transitar
por el camino del vil metal, evadirán el sendero espiritual
por temor de enfrentar a la verdad.
Subsistirán cobardemente como truhanes,
frívolos e insípidos sin poder sentir el calor
y el sabor gratificante de la virtud y la humildad,
valores que solo disfrutan los dignos y honestos
por su loable y desinteresada disposición
de cooperación ante la adversidad.
Todos los comportamientos tienen premio,
diferente, pero premio al fin;
Los patrocinadores del altruismo y la solidaridad
lo participarán sincera y fraternalmente,
compartiéndolo todo en sana convivencia
tanto en las buenas como en las malas
con fervor y lealtad, mientras que los defensores
de la mezquindad, excitados se apresurarán
a resguardarse por temor a ser esquilmados
o aniquilados por los más duchos de su misma calaña,
languidecen resignados sin consuelo y sin amigos
a la censura de su doliente conciencia,
habituados al continuo estado de incontinencia,
solo podrán sufrir y sufrir,
sin haber experimentado el placer de compartir.